Sergio de Carabias

Sergio de Carabias

lunes, 17 de febrero de 2014

El Calamón de Villalba


     El día doce del pasado mes de noviembre saltó la voz de alarma: un ejemplar de Calamón fue observado por vez primera, desde que se tienen registros, en la provincia de Burgos. Al día siguiente, volvió a ser visto y, de nuevo otra vez, cinco días después, siempre en el mismo entorno de las Lagunas del Carrascal en el término de Villalba de Duero. Todo ello según figura en el Informe del 4º Trimestre del Anuario Ornitológico de Burgos.


     Desde entonces, varias veces he acudido para escudriñar los carrizos con los prismáticos imaginando descubrir los reflejos añiles del escurridizo Calamón. Y por fin esta misma tarde, la casualidad, la suerte o la mismísma Divina Providencia me ha concedido diez minutos largos de privilegiada observación de mi ansiado objetivo: el solitario Calamón que, nadie sabe cómo, ha llegado hasta la Ribera del Duero desde... ¿Madrid? si acaso no más lejos...

     Sin temor alguno, el colorido rálido se ha paseado por la orilla de enfrente provocando gran estruendo con el crujir de las cañas secas.







     Incluso, hasta se ha decidido a nadar una breve distancia, comportamiento más bien escaso en esta especie.



     La historia natural reciente del Calamón es una de esas que motivan la esperanza en la conservación de las especies. A mediados del siglo pasado, el Calamón estuvo al borde de la extinción. Sin embargo, en los últimos años, ha experimentado una sorprendente recuperación y resulta muy fácil de avistar en Doñana, la Albufera de Valencia, las lagunas de la Mancha Húmeda e, incluso, en Madrid. Por otra parte, resulta toda una sorpresa encontrar un individuo solitario en la Meseta Norte Castellana, a 180 km de su cuartel reproductor más cercano.

Distribución del Calamón común "Porphyrio porphyrio"
según una Adaptación de SEO de la Enciclopedia de las Aves de España


     Quizás, su presencia pueda resultar una prueba más del enclave privilegiado que son las Lagunas del Carrascal en Villalba de Duero frente a la total falta de protección ambiental que sufren todavía hoy...


     Sólo espero que más pronto que tarde, aterrice algún otro ejemplar que garantice la reproducción de una especie tan interesante, atractiva y emblemática para enriquecimiento de los valores naturales de las Lagunas del Carrascal.





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